El 27 de julio de 1975, Elvis Presley apareció en los titulares no por su música, sino por un gesto espontáneo de generosidad en Madison Cadillac, en Memphis. Aquella noche compró 14 Cadillacs para amigos, familiares e incluso para una desconocida: la cajera de banco Mennie Person. Tras conversar con ella frente al concesionario, Elvis la sorprendió insistiendo en que eligiera un coche. Ella escogió un Cadillac Eldorado dorado y blanco de 1975, y Elvis endulzó el regalo con un cheque de compras para su próximo cumpleaños. Elvis era famoso por este tipo de generosidad: a lo largo de su vida regaló más de 100 Cadillacs. Para quienes recibieron esos presentes, como Mennie, los regalos eran mucho más que autos: se convirtieron en símbolos inolvidables de su bondad.
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