Un día, Elvis Presley pasó junto a un niño que vendía sandías al borde de la carretera. Bajo el sol abrasador, el niño se mantenía firme con su precio. Elvis le preguntó: “¿Cuánto cuestan?”, pero el niño no cedía. Finalmente, Elvis sonrió y dijo: “Nos llevamos todo el puesto”. Compró todas las sandías y se las llevó a Memphis. Un recuerdo que duró para siempre.
- Category
- Elvis Presley
Commenting disabled.