Cuando Tina Turner estuvo al borde de la muerte en 2017, su esposo Erwin Bach tomó una decisión que solo nace del amor verdadero: le donó un riñón para salvarle la vida. Llevaban más de 30 años juntos y él nunca se apartó, ni siquiera cuando ella pensó que no sobreviviría. “Me dio más que un órgano”, dijo Tina, “me dio una segunda oportunidad”. Años después, cuando Tina partió, Erwin heredó la mitad de su fortuna, pero el verdadero tesoro ya lo había recibido mucho antes: compartir su vida con la mujer que amó hasta el final. #shorts #historia #sabiasque
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